Huella Mundial




¿Cabemos en el planeta?


Hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa que ahora le tarda a la tierra un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un año.

Los panoramas moderados de la ONU sugieren que si las tendencias actuales de la población y de la consumición continúan, por el medio de la próxima década necesitemos el equivalente de dos tierras para soportarnos. Y por supuesto, tenemos solamente una.

Convirtiendo los recursos a deshechos más rápidamente que los desechos se convierten en recursos nos pone en el sobregiro ecológico global, agotando los mismos recursos de los cuales dependen la vida humana y la biodiversidad. 

El sobregiro global ocurre cuando la demanda de la humanidad sobre la naturaleza excede la provisión de la biósfera, o la capacidad regenerativa. Este sobregiro lleva a un agotamiento del capital natural que sostiene la vida sobre la Tierra, y a una acumulación de desechos. A un nivel global, el déficit ecológico y el sobregiro son lo mismo, ya que no existe una importación neta de recursos al planeta. El sobregiro local ocurre cuando un ecosistema local es explotado más rápidamente de lo que puede regenerarse.



Desde hace el fin de la década 1970, la humanidad está en un sobregiro ecológico con demanda anual excediéndose en los recursos que puede regenerar la tierra cada año
El resultado es el colapso de las industrias pesqueras, disminución de la cubierta forestal, agotamiento de los sistemas de agua fresca, y la acumulación de contaminación y, que crea problemas como cambio del clima global. Éstos son apenas algunos de los efectos más notables del sobregiro.

El sobregiro también contribuye a los conflictos y guerras sobre los recursos, las migraciones masivas, el hambre, la enfermedad y otras tragedias humanas – además tiende a tener un impacto desproporcionado en los pobres, quienes no pueden comprar su salida del problema al conseguir recursos de otras regiones.

Desde hace el fin de la década 1970, la humanidad está en un sobregiro ecológico con demanda anual excediéndose en los recursos que puede regenerar la tierra cada año.



El costo del gasto ecológico excesivo

A lo largo de casi toda la historia, la humanidad ha utilizado los recursos de la naturaleza para construir ciudades y carreteras, para proporcionar alimentos y crear productos, y para absorber nuestras emisiones de dióxido de carbono a una tasa claramente dentro del presupuesto de la Tierra. Sin embargo, a mediados de la década de 1970 cruzamos un umbral crítico, cuando el consumo humano anual comenzó a superar lo que el planeta puede reabastecer en un año.

Según los cálculos de Global Footprint Network, nuestra demanda de recursos renovables y servicios ecológicos es actualmente equivalente a un poco más de 1.5 Tierras. Los datos sugieren que, aun más,  estamos bien encaminados a exigir los recursos de dos planetas dentro de la primera mitad de este siglo.
 
Este hecho de utilizar, o “gastar”, nuestro capital natural más rápido de lo que puede reponerse es similar a tener gastos que superan continuamente nuestros ingresos. En términos planetarios, los costos de nuestros sobregiros ecológicos son cada día más evidentes. El cambio climático, a consecuencia de que los gases de efecto invernadero se emiten más rápidamente de lo que pueden ser absorbidos por los bosques y los océanos, es el resultado más evidente y probablemente más urgente. Sin embargo hay otros costos, tales come la disminución de las aéreas forestales, la pérdida de biodiversidad, el colapso de la industria pesquera, el precio más alto de mercancías, e incluso los disturbios sociales para nombrar solo unos. Estas crisis ambientales y económicas que estamos viviendo son los síntomas de una inminente catástrofe. La humanidad sencillamente está usando más de lo que el planeta puede ofrecer.



Terminar con Sobregiro

La tierra nos proporciona a todos lo que necesitemos para vivir y para prosperar. Entonces ¿qué se requiere para que la humanidad viva dentro de los medios del planeta-único?
Los individuos y las instituciones por todo el mundo deben comenzar a reconocer los límites ecológicos. Debemos comenzar a hacer que los límites ecológicos sean centrales en nuestra toma de decisiones y a utilizar la ingeniosidad humana para encontrar nuevas maneras de vivir dentro de los límites de la tierra. 

Esto significa una inversión en tecnología e infraestructura que permitirán que funcionemos en un mundo limitado en recursos. Significa tomar medidas individuales, y crear la demanda pública para que participen los negocios y los políticos.
Utilizar herramientas como medir tu Huella Ecológica para manejar nuestros bienes ecológicos es esencial para la supervivencia y éxito de la humanidad. Conocer cuánta naturaleza tenemos, cuánta utilizamos, y quién lo utiliza es el primer paso, y permitirá vigilar nuestro progreso mientras trabajamos hacia nuestra meta de vivir en un planeta sustentable

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