La prisión de Santa Rita do Sapucaí ha puesto en práctica una nueva fuente de energía alternativa: sus presos. El recinto ha ofrecido reducción de condenas para los presos que carguen baterías mediante bicicletas y sus piernas. Según el Jornal Nacional, el juez José Henrique Mallmann tuvo esta brillante idea de otros prisiones que ofrecen incentivos a sus reclusos por pedalear y de esa forma producir energía.Por ejemplo, en la cárcel de Phoenix, Arizona, las reclusas deben pedalear en una bicicleta estacionaria mientras ven televisión, para generar así la electricidad que el aparato requiere para funcionar. El plan del juez Mallmann va un poco más lejos y ofrece reducir las condenas a aquellos presos que participen del proyecto. Por cada 16 horas de pedaleo, se adjudican un día menos de reclusión. Al finalizar el día, las baterías que estos reclusos cargan se llevan al centro de la ciudad, donde son usadas para alimentar el alumbrado público. El uso de las bicicletas ayuda a aliviar el estrés y aburrimiento del encierro mientras que mantiene en forma a los reclusos. De hecho, la demanda por usarlas es tan alta, que la prisión a previsto añadir ocho bicicletas más a las dos ya existentes.