Londinenses preocupados por cómo la contaminación podría afectar a los competidores olímpicos

Las autoridades de Londres han hecho de todo para que los próximos juegos olímpicos no solo sean de lujo sino que también los más verdes de la historia. Para esto han cambiado su flota de autobuses de dos pisos por unos híbridos, han instalado más áreas verdes y cientos de luces LED que ahorran más energía. Sin embargo, la contaminación aún podría ser un problema para los deportistas que lleguen a la cita olímpica. En el año 1984 el corredor de 800 metros planos Steve Ovett, presentó serios problemas respiratorios tras finalizar su prueba ¿La razón? Los altos indíces de contaminación en la ciudad le provocaron un asma severo. Esta sería la primera vez que las malas condiciones del aire afectaban a un competidor de las olimpiadas, pero no sería la última. Cada año las grandes urbes del mundo sufren más contaminación y tienen peor calidad del aire producto del efecto invernadero. ¿Veremos en Londres la misma imagen de cielos grises que recorrieron el mundo en las Olimpiadas de Pekín 2008? En el verano las condiciones del aire suelen empeorar en el Reino Unido, esto es culpa de los vientos de oeste que disipan la contaminación y de la fuerte ola de calor que puede llegar a producir reacciones químicas atmosféricas. Los organizadores ya buscan soluciones para esta problemática, por ejemplo, cerrando las calles para que el tráfico vehicular no genere contaminación el los lugares cercanos a las competencias, en especial las que son de resistencia. Realizar una intensa actividad física en lugares con mala calidad del aire puede producir, asma, irritación de los ojos, sequedad, tos e inflamaciones internas. En el peor de los casos puede incluso aumentar las probabilidades de infarto. Por esto es tan importante cuestionarse sobre las condiciones medioambientales de las ciudades que reciben a los mejores deportistas del mundo.

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