Fotógrafos y suicidas vienen acá para dejarse seducir por la ilusión de este lugar, que da la sensación de ser el fin del mundo. Se trata de una muralla de cal de 162 metros, ubicada al sur de Inglaterra, junto a Eastbourne.
No sabemos quien es el autor de la foto, ni porqué se construyó esta enorme pared. Nos encantaría saber quienes fueron los valientes obreros que hicieron esta obra.
Por el momento sólo nos queda disfrutar de un paraje geográfico que hubiese frenado expediciones y viajes como los de Marco Polo, Hernando de Magallanes, o Cristóbal Colón. Quien sabe si ahora tendríamos Internet, para toparnos con algo como esto.
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