Agadir (Marruecos).- A pesar de estar prohibido, 1.500 ballenas son cazadas al año. La Comisión Ballenera Internacional estudia consensuar cuotas de caza comercial para que países como Japón respeten la normativa. El texto, que se estudiará en la reunión de este lunes en Marruecos, ha originado numerosas críticas entre la comunidad científica.
23 de junio de 2010. Con el plan de la CBI, Japón pasaría a pescar 400 ballenas, la mitad de lo que caza actualmente. La propuesta evitaría la muerte de 14.000 ballenas en 10 años.
El veto internacional que prohíbe la caza comercial de ballenas desde hace 25 años se pone en cuestión en la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se celebra enAgadir (Marruecos) y que durará una semana. La paradoja es que se busca reducir la captura del cetáceo a la mitad permitiendo su caza. Cada año se cazan unos 1.500 ejemplares de este animal, según los datos de CBI. Bajo el pretexto de la investigación científica, países como Japón, Islandia y Noruega hacen caso omiso a la moratoria establecida desde 1986. Se trata de habilitar un cupo de caza comercial permitido, para comprometer a este tipo de países con el cumplimiento de las normas establecidas.
Si el 75% de los 88 países que integran la Comisión aprueban la nueva normativa, en teoría la CBI podría controlar tanto la llamada caza científica como la comercial, fijando unas cuotas máximas para cada uno de los países. Es una salida de consenso para hacer cumplir unas prohibiciones que no se respetan.
Con el plan de la CBI, Japón pasaría a pescar 400 ballenas, la mitad de lo que caza actualmente. La propuesta evitaría la muerte de 14.000 ballenas en 10 años "si se mantuvieran las cuotas de captura del año 2009", según el texto propuesto.
Desde la comunidad científica el plan ha suscitado numerosas críticas. "La ciencia ha estado fuera de las negociaciones", dice Scout Baker, un biólogo marino de la Universidad Estatal de Oregon y miembro del Comité desde 1994. Al igual que las cuotas de Japón para llevar a cabo la "investigación científica", las nuevas cifras "no se corresponden con una realidad científica", opina Jean Benoit Charrassin, investigador en el Museo de Historia Natural de Francia y científico del CBI.
Desde la dirección del organismo se defienden, diciendo que la cuota de captura establecida está dentro de los límites de seguridad que recomiendan los científicos del CBI y que es una propuesta más realista que la establecida hasta ahora.
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