Cada año fallecen unos 56 millones de personas en todo el planeta. Eso no va a cambiar, pero cada día hay más gente con conciencia medioambiental que quiere dejar este mundo de la misma forma en que han vivido: con el menor impacto posible sobre el entorno. Por ello, la industria funeraria aumenta su sensibilización hacia una despedida más verde.
Aunque quemar supone contaminar, la cremación es una opción más ecológica que el enterramiento, ya que la descomposición permite que las sustancias tóxicas penetren en los ecosistemas. De hecho, más de un 15% de la contaminación de la tierra por mercurio proviene de los empastes de los finados.
Los ataúdes de cartón, bambú, sauce, yute o de cualquier madera con sello FSC, las mortajas y las urnas biodegradables son formas dignas de unirse a la naturaleza con mayor rapidez y de manera más ecológica. Especialmente en Estados Unidos y el Reino Unido, ya existen empresas funerarias que han tomado el testigo del eco funeral que, además de las buenas prácticas, incluye localizaciones naturales para mantener la memoria del difunto.
En el bosque o el arrecife
Plantar un árbol o un arbusto en el lugar de la despedida está ganando adeptos frente a las tumbas de mármol. El movimiento Woodland burial opta por los funerales en emplazamientos naturales donde a la vegetación silvestre se suman las flores plantadas sobre el punto de enterramiento o recuerdo, en sincronía con el entorno. En Inglaterra hay alrededor de 200 reservas naturales convertidas en santuarios donde enterrar a los muertos.
Otro ejemplo es Eternal Reefs. La empresa crea materiales que reproducen el entorno del fondo marino a los que se añaden mensajes de los familiares grabados antes de su entrega al mar. La finalidad es rehabilitar arrecifes agonizantes y agregar un nuevo hábitat al medio subacuático.
Por otro lado, en una ceremonia de despedida sostenible se utilizan flores cultivadas localmente. También proceden de la zona la comida y la bebida que a continuación se ofrece a quienes asisten. Éstos, además comparten coche para trasladarse y reciben recordatorios en papel reciclado. Todo ello forma parte de un hermoso funeral personalizado y respetuoso con el medio ambiente, accesible a los creyentes de cualquier religión y también a los agnósticos.
Fuente: Ecoticias
0 comentarios:
Publicar un comentario