30/04/2010 (Euronews/El Blog Verde)
Este 22 de Abril pasado se detectó un grave derrame de petróleo en el Golfo de México. Coincidentemente, el desafortunado accidente ocurrió el mismo día en el que se celebraba en el mundo entero el Día de la Tierra. Este derrame de petróleo ocurrido en el Golfo de México supone un verdadero desastre ecológico, una nueva amenaza para el medio ambiente.
El derrame de petróleo ya ha alcanzado más de 1.550 km2 y continúa avanzando hacia la zona del este y va desde las costas de Luisiana hasta las costas de Alabama y de Misisipi. Técnicos de British Petroleum han hecho todo lo posible por detener el vertido petrolero y, para ello, han utilizado unos vehículos robóticos submarinos que fueron sumergidos en el agua del Golfo de México a más de un kilómetro y medio de profundidada. Sin lugar a dudas, el desafortunado acontecimiento ya ha sido caratulado como “desastre ambiental” y hay alarma por la “marea negra”. El objetivo fundamental de los técnicos así como el de la gente del Servicio de Guardacostas es ocuparse de controlar el pozo afectado, detener el vertido, socorrer y limpiar la zona.
Según lo explicado por Mary Landry, contraalmirante del Servicio de Guardacostas, del pozo petrolero emergen aproximadamente 160 mil litros de petróleo diarios, un equivalente a mil barriles por día, que producen contaminación marítima con manchas grandes y aceitosas.
La plataforma “Deepwater Horizon” es la que que ha explotado el día 22, con un saldo de 11 trabajadores desaparecidos. British Petroleum (BP) es la operadora que tiene arrendada a esta plataforma. British Petroleum es la mayor extractora petrolera del Golfo de México. Por ello, BP no dudó en movilizar de inmediato equipos capacitados para la contención y el recogimiento del crudo así como unas 32 naves con líneas de flotadores. La compañía explicó que ya están preparados para su utilización unos 380.000 litros de disolvente de crudo, aproximadamente un tercio mundial de estos compuestos.
Por último, los senadores confirmaron que la explosión de la plataforma va más allá de ser una tragedia para las víctimas ya que, además, implica recordar los verdaderos riesgos de la exploración de petróleo. Semar, La Secretaria de Marina, se halla estudiando el impacto que este desastre natural tiene en el medio ambiente mientras continúa el estado de alerta.
Marea negra: contaminación en Luisiana
El derrame de petróleo en el Golfo de México es el desastre ecológico más reciente que acaba de sufrir nuestro planeta. Ahora, Estados Unidos está asustado por lo que este accidente implica para Luisiana. La marea negra ha producido la contaminación de la zona costera.
Marea negra es uno de los tipos de mareas existentes. Lleva ese nombre porque, precisamente, hace referencia a la clase de marea que se produce a causa de la industria petrolera, cada vez en mayor crecimiento. En este caso puntual, después de haberse producido el derrame de petróleo en el Golfo de México, el vertido se ha ido extendiendo hacia la zona este y ha llegado a la costa de Luisiana.
Este derrame, producido recientemente después de la explosión y del hundimiento en la plataforma “Deepwater Horizon”, arrendada por British Petroleum, la extractora de petróleo más grande del Golfo de México, ha significado nuevos escapes que son de dimensiones cinco veces mayores que las que se revelaron en una primera instancia. El vertido al mar llega a unos cinco mil barriles diarios.
Como la extensión de la fuga supera los 1500 km2 se ha decretado la alerta de “Catástrofe Nacional”. Por su parte, el ejército se halla trabajando enérgicamente con el objetivo de contener el vertido y minimizar los daños producidos al medio ambiente, puesto que esta zona posee un ecosistema muy frágil.
Sin embargo, la situación que atraviesa Luisiana en la actualidad es sumamente delicada. Así lo corroboró el jefe de operaciones de la petrolera, Doug Suttels, cuando expresó: “En el momento del accidente, los dispositivos de seguridad para detener la fuga no funcionaron. No sabemos cuál es la causa, pero la descubriremos”.
Todo indica que este desastre ecológico podría tener consecuencias aún más graves que el producido en 1989 por el petrolero Exxon Valdez, que virtió 40 millones de litros de crudo sobre el litoral, después de haber encayado en las costas de Alaska.
Estados Unidos está en alerta por la contaminación en Luisina a causa de la marea negra. Así lo expresó David Kennedy, del Servicio Nacional Oceánico:“Estoy asustuado. Esto es algo muy grande y los esfuerzos necesarios para contenerlo, si continúa a este ritmo, se escapan a todo razonamiento”.
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